A partir del siglo XIII, la comunidad judía de La Seu d’Urgell se convirtió en una de las más prósperas del Pirineo catalán. A diferencia de otras comunidades judías de Cataluña, la de La Seu estaba estrechamente relacionada con las del sur de Francia y no tanto con las sefarditas del resto de la península ibérica.
Los judíos urgeleses no vivían agrupados en un mismo barrio o calle, como pasaba en otras ciudades de la Corona de Aragón, sino que vivían en distintas partes de la ciudad, en íntima convivencia con los vecinos cristianos. Podría ser que la antigua sinagoga, construida de nuevo en el año 1391, hubiera estado ubicada en la actual calle de Sant Emigdi.
Los judíos de La Seu se dedicaron a los negocios, al préstamo usurario y a otros oficios más o menos cualificados. Conocemos los nombres de algunos de los miembros de la comunidad judía, como los Cohen, Mazeres, Bonció, los Bonmacip, los Marmanda, los Bendit o los Vidal.