La fachada principal de la antigua iglesia de la Inmaculada cierra por poniente la placeta de las Monjas, situada por encima de la plaza del Carmen.
Por iniciativa del obispo urgelés Simeón de la Guinda y Apeztegui, en el año 1722 se fundó en La Seu d’Urgell el convento de la Orden de las Religiosas de Nuestra Señora de la Compañía de María. Las monjas tenían que asumir la educación de las niñas y chicas de la diócesis.
La iglesia del convento, consagrada en el año 1730, tiene planta de cruz griega con los cuatro brazos cubiertos con bóveda de cañón, unidos en el crucero central a una cúpula semiesférica con un lucernario. En la parte alta de los brazos laterales se abren tribunas cubiertas con celosías de madera para preservar la clausura de las monjas durante los servicios religiosos.
En el año 2003 el convento finalizó su actividad y se procedió a una cuidadosa rehabilitación y a la reconversión del templo en espacio para usos públicos.